¡Qué
fácil!
Y pensábamos que este taller no nos iba a gustar y que era difícil e
imposible…
Hemos
construido en una hora, montones de pirámides y prismas con palillos, bolitas de
plastilina y paciencia, mucha paciencia, pero con un buen resultado.
Con la plastilina que nos sobraba, hemos hecho cuerpos redondos, terminando enseguida. Son mucho más fáciles de realizar, aunque no salen perfectos.
Lo mejor de todo, es que nos resulta ahora muchísimo más fácil distinguir los distintos elementos de los polígonos, los vértices las bolitas de plastilina y las aristas los palillos, los lados…
Estamos tan orgullosos de nuestro trabajo que lo hemos expuesto en nuestras clases y en el pasillo, y les hemos explicado a los más pequeños lo que eran.
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